Los años pueden pasar lentos,
pueden pasar desapercibidamente,
pueden parecernos eternos,
pueden no tener importancia,
pueden marcar tu vida,
te pueden llenar el corazón
y la mente de recuerdos.
Muchas cosas pueden pasar...
y muchas me pasaron.
Me aleje de mis amigos,
conocí gente nueva,
me enferme muchas veces
duplique mis accidentes,
supe ser feliz,
aunque la tristeza continúe pegada a mí,
y el amor signifique una oposición
al mismísimo amore.
Pero en este momento
puedo decir que algo raro ocurrió,
fue precisamente en Ramos Mejia,
un jueves 24 de Diciembre
soleado y brillante como su belleza.
¡Era un ángel!.
Un ángel que oculta bien su tristeza,
observando sus ojos
se puede vislumbrar su alma triste.
La ví perdida,
y me llamo la atención
lo bien que ocultaba sus sentimientos.
De a poco fue encontrando el rumbo;
ya no esta mas perdida
y tiene mucho futuro por delante.
Hoy tiene mucho de ángel
y mucho de humano,
como todos se equivoca,
pero es lo mas importante de mi vida.