La
muerte traerá paz a mi vida;
me canse
de buscar un hogar donde reposar,
así que
mientras la niebla cubre mi existencia
espero
ser arroyado por mi destino.
El polvo
de esta mugrienta ciudad
ira
tapando todas mis iniciativas;
todos
mis sueños de niñez
han
chocado con el fin de la inocencia.
En medio
de una noche de miedo
temo
abrir mis ojos,
temo
seguir andando
por esta
mugrosa ciudad.
No puedo
correr
porque
no tengo a donde ir.
No puedo
hablar
porque
no tengo con quien.
No veo
porque
no hay nada bello para mirar.
Tal vez
esta noche noble
inscriba
mi nombre en un lapida;
añoraré
mis años de sueños truncados,
mis
amores y el eterno.
Si el
tiempo corre,
la noche
se hace larga.
Si las
nubes me abrazan
sé que
estaré mejor.
Desato el
nudo de mi garganta,
enrollo
las nubes,
apago la
luna
y me voy
a descansar en paz.