martes, 10 de julio de 2012

NO TODO LO QUE BRILLA ES ORO


Me hicieron una oferta que no pude resistir,

dejé la oficina y me fui a comprar.

Cansado de mis ojeras

y de perder la vista cada día,

me fui en busca de esa gran oferta.



Para llegar tuve que surfear grandes olas;

en el medio hubo olores que deje de sentir,

y pronto tuve que olvidar.

 La Unión  ya no viajara por la 9 rumbo al norte.



Para hacer la oferta realidad,

mis dientes se tuvieron que apretar un poco mas.

Para hacer la oferta realidad,

mi espalda tuve que gastar.



Mis ojos vieron como esa oferta se hacía realidad,

mientras mis sentidos dejaron tus ovarios atrás.

Tratando de ordenar mi vida

vi esta oferta, que implicaba perder mi mejor hallazgo.



Para hacer la oferta realidad

mis orejas soportaron muchas cosas.

Para hacer la oferta realidad

tenía que tocar un órgano.



El oro estaba al alcance de mis manos,

pero cuanto mas me acercaba

mas oscuro se hacia el camino.