La biblia
me dice que hacer, y qué no hacer.
Todo lo que
digo, no lo siento,
y lo que callo;
son
lagrimas que riegan el interior de mi contrariado alma.
Hay bolsas
que se llenan de oro, plata…
hay otras
que permanecen vacías.
Somos
manipulados como el bonsái,
para no
crecer jamás.
Somos botes
sin remos.
Somos
bosques sin árboles.
Somo ciegos con ojos.